sábado, 23 de julio de 2011

poema nº 40


Resuenan las campanas
al compás del corazón,
el pueblo moribundo
se lamenta, de la desaparición.
De aquellas almas perdidas
que salieron para luchar,
por la fuerza de su reino,
que no podían verlo volar.

Y se cayeron las murallas
colocada con sudor,
por aquellos ciudadanos
que con alegría, forjaron,
el único sitio,
donde poder disfrutar
de su amor.

Deberán partir,
sin poder mirar atrás,
lo que un día tuvieron
hoy, lo tienen que olvidar.

Y deberán seguir,
dejando los cuerpos atrás,
de aquellos
que con valentía
lucharon, por la libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario