sábado, 15 de octubre de 2011

poema nº 46

El silencio,
triste y desvalido,
busca las palabras
que un día,
se perdieron
de mi boca.

Solas,
andan sin sentidos,
por el camino frío,
que llega
hasta tu ropa.

Y allí,
sujetas sobre un hilo,
se encuentran las palabras
de mi esperanza rota.

En busca,
del mínimo silbido,
que le haga revivir,
como una débil,
rosa roja.